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sábado, 5 de febrero de 2011

Seis pistas para detectar una acción que va a bajar

En otras oportunidades vimos diversas estrategias para seleccionar acciones que cotizan en Bolsa. Pero a la hora de invertir, durante ese cuidadoso proceso de selección y evaluación, ¿es posible identificar una acción que va a bajar? Como siempre decimos, ni la magia ni la futurología funcionan en el campo de las inversiones. Sin embargo, existen algunos rasgos que pueden orientarnos con respecto al comportamiento de una acción.

Hay cuestiones que son muy evidentes: una empresa, tal vez sea una candidata poco atractiva para invertir si genera ganancias por debajo del promedio, si presenta un débil flujo de fondos o si tiene una hoja de balance poco sólida. Pero además de estas razones obvias, existen otras características o indicios que pueden anticipar un rendimiento poco auspicioso.

Veamos entonces, seis pistas que pueden resultar útiles a la hora de detectar una acción que va a bajar o, al menos, alertarnos para no embarcarnos en inversiones que a la larga pueden defraudarnos.
1. Errar un pronóstico que inicialmente era poco prometedor
Algunas veces, las empresas que cotizan en bolsa bajan las proyecciones de ganancias que dan a conocer periódicamente. Por lo general, las compañías hacen esto, cuando la situación macroeconómica se complica o cuando un problema específico interno de la empresa se hace evidente. Pero lo importante es que una vez que una compañía bajó las proyecciones de ganancias, luego no se equivoque a la hora de hacer otras nuevas.
¿Por qué? En principio, porque si la compañía no funciona según lo proyectado, esto puede tener un impacto negativo en la moral de los accionistas y generar desconfianza en el management de esa empresa. Y en segundo lugar, la comunidad de analistas puede finalmente desechar a una empresa o a sus acciones, como resultado de su propio pronóstico errado. Es probable que redefinan sus estimaciones y tal vez bajen su valoración de las acciones. Y desde luego, eso puede tener un efecto negativo en el precio de esa acción.
2. Ventas de acciones internas
Suele suceder que los que están dentro de una compañía que cotiza en bolsa vendan acciones de su propia compañía. Y en verdad, con frecuencia puede haber razones muy legítimas para que los ejecutivos se desprendan de sus acciones. Por ejemplo, quizás tengan que pagar las cuotas de los colegios o las universidades de sus hijos, o tal vez quieran comprar una casa y necesiten fondos. Pero hay ocasiones, en las que cierta actividad interna de venta de acciones o transacciones pueden hacernos sospechar, como por ejemplo, cuando un grupo de ejecutivos súbitamente decide vender una porción de su participación en la empresa. Y si varias personas en forma individual venden una porción grande de acciones o un porcentaje de su participación, también resulta un indicio a tener en cuenta.
En definitiva, los ejecutivos que venden cuando las acciones están en baja, de algún modo están dando a entender que creen que su dinero tal vez estaría mejor invertido en otro lugar. Pero claro, esto puede ser o no verdad, y es muy improbable que un ejecutivo o alguien de dentro de la empresa lo admita. Sin embargo, desprenderse de acciones que están a precios bajos a veces puede confirmar una señal que era dudosa para la comunidad inversora.
3. Interrupción de proyecciones
No siempre es fácil proveer a la comunidad inversora de pronósticos financieros trimestrales o anuales. Después de todo, las corporaciones son grandes entidades y la “atmósfera” para los negocios puede cambiar rápidamente a lo largo del tiempo o de un momento al otro. Además, siempre está la posibilidad de que los ingresos esperados retrocedan en los trimestres futuros o se eleven. Sin embargo, eso no significa que las empresas no traten de brindar algún tipo de proyección.
En ese sentido, una de las señales que puede ser indicio de problemas es cuando la compañía abruptamente interrumpe esas proyecciones. Hacerlo, puede dar a entender que la empresa no tiene idea de cuándo pueden llegar a producirse sus ganancias. Pero aún más allá de las proyecciones de ganancias, una compañía que no puede hacer previsiones y que no pone al día a la comunidad inversora sus progresos (o la falta de ellos) puede que esté tratando de barrer las malas noticias y esconderlas bajo la alfombra. Ése, no siempre es el caso, pero es algo a lo que hay que prestar atención.
4. Recortes de dividendos
Las compañías que pagan dividendos pueden ser una gran tentación, particularmente para los inversores orientados a incrementar sus ganancias. Además, el hecho de que una compañía pague dividendos es también a menudo visto como un signo de que a la compañía le va bien. Sin embargo, cuando súbitamente los suspende, puede indicarnos que la compañía está experimentando alguna clase de problema financiero. Por otra parte, una suspensión de dividendos puede ser el adelanto de una serie de medidas complejas: como un serio recorte de personal, el inevitable cierre de plantas o las posibles ventas de sus activos.
5. Falta de diversificación
Para ser exitoso y lograr crecimiento sostenido a largo plazo, es importante que una compañía introduzca nuevos productos y se mantenga siempre innovadora. Las compañías que no se renuevan corren el riesgo de volverse irrelevantes si un producto superior o una tecnología mejorada irrumpe en el mercado. También es sumamente importante diversificar la oferta de productos. La razón para esto es simple: si una compañía se pega a una única línea de productos, o a pocos de éstos, podría quedar fuera del negocio con más facilidad. En pocas palabras, hay que tener cuidado con las empresas que están estancadas en una situación neutra, es decir, cuando no presentan nuevos productos o cuando apuestan todo al éxito de una única línea.
6. Indicadores industriales
Las compañías que operan en la misma industria (por ejemplo, la automotriz) pueden experimentar tendencias similares. Si una compañía está peleando en cierto mercado, su competidor puede que esté en la misma situación. Los inversores deben estar pendientes de señales que den cuenta de cómo a la compañía le puede ir en comparación con otras. Por eso es importante mantener la mirada atenta a las tendencias de la industria y esto, puede señalar y prevenir, el comportamiento de las acciones de una empresa que esté en ese mismo rubro.
Como vimos, hay varios indicadores que se suman a las medidas de evaluación tradicional que permiten anticipar ciertos problemas o dificultades que pueden producirse y afectar las acciones de una determinada compañía. Los inversores con un ojo agudo y buena disposición para hacer investigación, serán aquellos que podrán llegar a limitar o prevenir pérdidas.

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